jueves, 24 de octubre de 2013

Trabajar o ser madre. Eso que llaman conciliación...

Más de la mitad de las mujeres se plantea si ser madre obstaculizará su carrera profesional. Al parecer, anda reñido con la incorporación al mundo laboral o con su continuación.

Yo misma, cuando quedé embarazada, ya no entré en los planes de empresa. Le suponía un problema. Un obstáculo.

¿ Por qué una mujer no puede tener la libertad de decidir cuándo ser madre?, ¿por qué no pasa como en otros países?, donde la conciliación familiar es real, tan real que tú decides cuándo irte y cuándo volver dentro de un plazo. Porque entienden un embarazo y una maternidad como algo próspero y de inversión a una sociedad. Que estás haciendo algo que dará un fruto, una persona, y que hay que encargarse de ello.

Hace poco leí algo que me dió que pensar sobre el feminismo. Esa palabra nació para y por la mujer, en defensa de su naturaleza, de sus intereses, de sus propias características. Se usa mal la palabra, dando a entender, que somos iguales que los hombres, y en absoluto lo somos. Sin ir más lejos, porque nosotras tenemos la característica de parir. Nos negamos a ser mujeres, con lo que todo ello conlleva, por el hecho de que hay que adaptarse a la sociedad.

En esta sociedad, lo normal es dejar a tu peque de 4 meses en una escuela infantil, lo normal es delegar tu crianza. Ser madre queda relegado, por otros quehaceres "mucho más importantes". Obviamente , si me lees y eres trabajadora, dirás, oye y qué hago sino...

Ahí está el quid de la cuestión, que no nos queda otra que aceptarlo, hacer de tripas corazón. Porque para vivir en esta sociedad, tienes que trabajar.

Nos planteamos qué nos va a suponer tener un hijo; inestabilidad económica, falta de confianza en el futuro, más carga emocional para uno de los miembros porque recae en él/ella el aporte económico familiar. Y mil preocupaciones más.

Estamos volviendo incluso a valorar dejar el trabajo para encargarnos nosotras de nuestros hijos. Cada vez son más madres, con estudios medios o altos, que deciden cuidar a sus hijos hasta la entrada al colegio, pues hacen un balance de lo que entra de su sueldo y la falta de promoción, y ven que se lo llevaría todo una escuela infantil o cuidadora. Vamos, la pescadilla que se muerde la cola, trabajar y que se te vaya íntegramente tu poco sueldo para que te cuiden a tu hijo.

Yo, después de 15 meses en paro no veo posibilidades de reincorporarme al mundo laboral por la situación que hay, creando incertidumbre y como ya he dicho, preocupaciones. 

¿ Cuándo tomaremos ejemplo de otros países como Finlandia?

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